viernes, 28 de marzo de 2014

MÚSICA Y CÁNCER


Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, el riesgo de padecer cualquier tipo de cáncer es de un 44% para los hombres y de un 38% para las mujeres. 
A su sufrimiento emocional, físico y social se suman también los síntomas y efectos secundarios de su tratamiento, que incluyen alteración del apetito, dificultad para la deglución, náuseas, vómitos, diarrea, problemas para respirar, fatiga, insomnio o debilidad musculary entumecimiento. El trabajo de los musicoterapeutas al respecto no se limita únicamente a ofrecer un tipo de música determinado para favorecer la relajación de los enfermos de cáncer. Estos expertos poseen capacidades clínicas y académicas para seleccionar el tipo de música más adecuada en función de la sintomatología del paciente, pudiendo a través de sus prácticas aumentar su sentido de control y mejorar su bienestar físico. 
Fuente: Flickr.comPero, hasta el momento, los estudios relativos al tratamiento musical de pacientes afectados por esta enfermedad han sido muy escasos, a pesar de que durante los últimos años los beneficios de la música y la musicoterapia se hayan demostrado en una amplia variedad de áreas especializadas. 

Su capacidad para disminuir los efectos secundarios de las sesiones de quimioterapia y radioterapia o para mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico deberían considerarse como un buen punto de partida para continuar investigando su potencialidad en el entorno médico.



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